Artrosis de la articulación de la rodilla

Artrosis de la articulación de la rodilla (gonartrosis, artrosis deformante)

La artrosis de la articulación de la rodilla es una enfermedad del sistema musculoesquelético, que consiste en la deformación y destrucción del tejido cartilaginoso de la articulación, como resultado de lo cual se alteran la estructura y las funciones del cartílago. La enfermedad tiene varios nombres: gonartrosis, osteoartritis deformante. El tratamiento de la artrosis de la articulación de la rodilla no tiene un único esquema ni un único fármaco que pueda ayudar de la misma forma a todos aquellos que padecen este problema. Dado que la osteoartritis es una enfermedad de naturaleza progresiva, se observa con mayor frecuencia en mujeres con sobrepeso, enfermedades venosas y ancianos. El tratamiento se produce y prescribe individualmente para cada paciente.

La osteoartritis de la articulación de la rodilla puede ser unilateral o bilateral (dependiendo de si la enfermedad se desarrolla en una o ambas piernas). Ante los primeros síntomas, es necesario recurrir a un tratamiento adecuado, ya que ignorar este problema puede conducir a la eventual destrucción de cartílagos y exposición ósea y, en consecuencia, a la discapacidad de la persona.

Hay tres etapas de la enfermedad:

  1. La fase inicial de la artrosis de rodilla se caracteriza por la pérdida de las propiedades de amortiguación y, como consecuencia, los cartílagos se rozan entre sí durante el movimiento, provocando graves molestias al paciente. El cartílago se vuelve áspero, deformado, seco, en las etapas avanzadas de la enfermedad, incluso cubierto de grietas.
  2. Debido a la disminución de la depreciación, comienza la deformación ósea, lo que conduce a la formación de osteofitos (crecimientos en la superficie de los huesos); esta es la segunda etapa de la enfermedad. La membrana sinovial de la articulación y la cápsula también sufren deformación, la articulación de la rodilla se atrofia gradualmente debido a la rigidez de los movimientos. También hay un cambio en la densidad del líquido articular (se vuelve más denso, viscoso), trastornos circulatorios, deterioro del suministro de nutrientes a la articulación de la rodilla. El adelgazamiento del revestimiento entre las articulaciones del cartílago reduce la distancia entre los huesos de las articulaciones.
  3. La enfermedad progresa rápidamente y pasa rápidamente a la tercera etapa, cuando el paciente es prácticamente incapaz de moverse debido al dolor constante en la rodilla. Se producen cambios globales e irreversibles en el tejido del cartílago, que conducen a la discapacidad de una persona.

En la mayoría de los casos, la osteoartritis o la gonartrosis se desarrollan después de una lesión o un hematoma, mientras que una persona experimenta un dolor intenso y constante en la rodilla, lo que dificulta significativamente sus movimientos.

Razones para el desarrollo de la artrosis.

La artrosis de la articulación de la rodilla, cuyo tratamiento lleva mucho tiempo, puede manifestarse debido a tales factores:

  1. predisposición genética.
  2. Lesiones: luxaciones, contusiones, fracturas. Cuando se trata una rodilla lesionada, la articulación se fija y la persona no puede doblar ni estirar la pierna durante algún tiempo. Esto conduce a un deterioro de la circulación sanguínea, que en la mayoría de los casos provoca el desarrollo de gonartrosis postraumática.
  3. Eliminación del menisco.
  4. Exceso de actividad física que no se corresponde con la edad de una persona, que conduce a lesiones o microtraumatismos, así como hipotermia de las articulaciones. Por ejemplo, correr sobre asfalto o hacer sentadillas no es recomendable para personas mayores, ya que durante estos ejercicios existe una presión importante sobre la articulación de la rodilla, que se desgasta con la edad y no puede soportar tales cargas.
  5. Sobrepeso y obesidad. Este factor conduce al daño de los meniscos, cuyas lesiones provocan el desarrollo de la osteoartritis de las rodillas.
  6. Ligamentos sueltos o ligamentos débiles.
  7. Artritis u otras enfermedades articulares adquiridas. El proceso inflamatorio puede causar acumulación de líquido sinovial en la cavidad articular o hinchazón. Esto da como resultado la destrucción del tejido cartilaginoso de la rodilla, lo que conduce a la osteoartritis de las articulaciones de la rodilla.
  8. Trastornos metabólicos en el cuerpo humano. Una cantidad insuficiente de calcio empeora significativamente la condición de los tejidos óseos y cartilaginosos en el cuerpo humano.
  9. Pie plano. La estructura del pie incorrecto desplaza el centro de gravedad y aumenta la carga en la articulación.
  10. Estrés y tensión nerviosa.

Síntomas de la artrosis de rodilla

El cuadro clínico de la enfermedad tiene los siguientes síntomas:

  1. Sensaciones de dolor. El dolor aparece de repente, dependiendo de la carga física sobre la articulación de la rodilla. El dolor puede ser de diferente naturaleza. En la etapa inicial, estos son dolores de espalda débiles, a los que una persona generalmente no les presta mucha atención. Se puede observar un dolor periódico leve durante meses y, a veces, años, hasta que la enfermedad progresa a una etapa más agresiva.
  2. Deformidad visible de la rodilla. Este síntoma aparece en las etapas posteriores. Al principio, la rodilla parece hinchada o hinchada.
  3. Acumulación de líquido articular en la cavidad articular o quiste de Baker. Esta es una formación densa en la pared posterior de la articulación de la rodilla.
  4. Rotura de las articulaciones. Se observan crujidos agudos, que se acompañan de dolor, en pacientes en la segunda y tercera etapa del desarrollo de la enfermedad.
  5. Reacciones inflamatorias en el sinovio articular, como resultado de lo cual el cartílago se hincha y aumenta de volumen.
  6. Disminución de la movilidad articular. visto en las últimas etapas. Doblar la rodilla se vuelve casi imposible y se acompaña de un dolor intenso. En la última etapa, la rodilla puede quedar completamente inmovilizada. El movimiento de una persona se vuelve difícil o completamente imposible (algunos pacientes se mueven con las piernas dobladas).

Diagnóstico de la osteoartritis de las rodillas

Si aparecen síntomas evidentes o menores de osteoartritis de la articulación de la rodilla, lo mejor es contactar a un ortopedista o reumatólogo de inmediato. El diagnóstico generalmente involucra tomar el historial del paciente y analizar su salud general. Para una conclusión más precisa, también recurren al examen de rayos X o resonancia magnética de la rodilla. El paciente también recibe una derivación para pruebas de laboratorio, una prueba general de sangre y orina. Sobre la base de los datos obtenidos, el médico saca una conclusión y prescribe el tratamiento necesario.

Tratamiento de la osteoartritis de la articulación de la rodilla

El tratamiento de la osteoartritis de la articulación de la rodilla debe ser integral. Hasta la fecha, no existe ningún fármaco médico que alivie esta dolencia. Una de las condiciones más importantes para el éxito del tratamiento es el diagnóstico oportuno. Cuanto antes se inicie el tratamiento de la artrosis de rodilla, más probable es que se prolongue el período de remisión y se evite la destrucción y deformación del cartílago y del tejido óseo.

Durante el tratamiento, el médico y el paciente se enfrentan a varias tareas:

  1. Eliminar o reducir el dolor;
  2. Para establecer el aporte de nutrientes a la articulación de la rodilla y así aumentar su función reparadora;
  3. Activa la circulación sanguínea en el área de la articulación de la rodilla;
  4. Fortalecer los músculos alrededor de la articulación;
  5. Aumentar la movilidad articular;
  6. Esfuércese por aumentar la distancia entre los huesos de la articulación.

El tratamiento de la enfermedad, según la etapa de su desarrollo, puede ser conservador y operativo.

Tratamiento conservador de la artrosis de la articulación de la rodilla

Medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor

Para aliviar o reducir el dolor, al paciente generalmente se le receta un ciclo de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Pueden ser tabletas, ungüentos e inyecciones. Los medicamentos para el dolor más comunes se pueden usar de dos maneras: dentro o tópicamente.

Por lo general, los pacientes prefieren el tratamiento tópico en forma de geles, ungüentos, parches de calentamiento. El efecto de estos analgésicos no llega inmediatamente, sino después de unos días (alrededor de 3-4 días). El efecto máximo se logra después de una semana de uso regular de la droga. Dichos medicamentos no tratan la enfermedad como tal, sino que solo alivian el síndrome de dolor, ya que es imposible iniciar el tratamiento del dolor.

Los analgésicos deben tomarse estrictamente de acuerdo con la prescripción del médico, deben usarse solo para el dolor intenso, ya que su uso prolongado y frecuente puede provocar efectos secundarios e incluso acelerar la destrucción del tejido cartilaginoso de la articulación. Además, con el uso prolongado de estos medicamentos, aumenta el riesgo de reacciones adversas, que incluyen úlceras estomacales, úlceras duodenales, cambios en el funcionamiento normal del hígado, los riñones y manifestaciones alérgicas en forma de dermatitis.

Dado el rango limitado de uso, los AINE se prescriben con mucha precaución, especialmente en pacientes de edad avanzada. El curso promedio de tomar AINE es de unos catorce días. Como alternativa a los no esteroides, los médicos a veces ofrecen medicamentos selectivos. Por lo general, se prescriben para uso a largo plazo durante un período de varias semanas a varios años. No causan complicaciones y no afectan la estructura del tejido cartilaginoso de la articulación de la rodilla.

hormonas

A veces, en el tratamiento de la artrosis de la articulación de la rodilla, se prescribe un curso de medicamentos hormonales. Se prescriben si los AINE ya se están volviendo ineficaces y la enfermedad en sí comienza a progresar. La mayoría de las veces, los medicamentos hormonales para el tratamiento de esta enfermedad se usan en forma de inyecciones.

El curso del tratamiento con medicamentos hormonales suele ser corto y se prescribe durante un período de exacerbación grave, cuando se acumula líquido inflamatorio en la articulación. La hormona se inyecta en la articulación aproximadamente una vez cada diez días.

Condroprotectores

Para restaurar y nutrir el tejido del cartílago en las etapas iniciales de la enfermedad, se prescribe un curso de glucosamina y sulfato de condroitina, los llamados condroprotectores. Es, con mucho, el tratamiento más eficaz para la osteoartritis. Casi no tienen contraindicaciones y, en casos raros, aparecen efectos secundarios.

La glucosamina estimula la restauración del cartílago, mejora el metabolismo, protege el tejido del cartílago de una mayor destrucción y le proporciona una nutrición normal. El Sulfato de Condroitina neutraliza las enzimas que destruyen el tejido del cartílago, estimula la producción de proteínas de colágeno, ayuda a saturar el cartílago con agua y también ayuda a mantenerlo adentro. La eficacia de los condroprotectores está ausente en las últimas etapas de la enfermedad, ya que el tejido cartilaginoso está prácticamente destruido y no puede restaurarse. La dosis diaria de glucosamina es de 1500 miligramos, el sulfato de condroitina es de 1000 miligramos. Tomar estos medicamentos debe ser estrictamente sistemático para lograr el resultado deseado. El curso del tratamiento debe repetirse 2-3 veces al año. Ambas herramientas deben usarse en combinación.

En las farmacias, la glucosamina se presenta en forma de inyecciones, polvo, cápsulas, geles; condroitina - en ampollas, tabletas, ungüentos, geles. También existen preparados combinados que incluyen ambos condroprotectores. También existen los llamados condroprotectores de tercera generación, que combinan un condroprotector y uno de los AINE.

Medicamentos vasodilatadores

Para aliviar el espasmo de los vasos pequeños, mejorar la circulación sanguínea y el suministro de nutrientes al área de la articulación de la rodilla, así como eliminar el dolor vascular, se recetan vasodilatadores. Se utilizan junto con condroprotectores. Si la osteoartritis de la rodilla no se acompaña de acumulación de líquido, también se recomienda usar ungüentos, geles y líquidos calientes.

Ácido hialurónico

El segundo nombre de este medicamento es una prótesis de líquido intraarticular. La composición del ácido hialurónico es muy similar a la composición del líquido intraarticular. Cuando el fármaco se inyecta en la articulación, forma una película que evita que los cartílagos se froten entre sí durante el movimiento. El curso del tratamiento con ácido hialurónico se prescribe solo después de la eliminación del dolor y la eliminación de la exacerbación.

Fisioterapia

Un curso de fisioterapia puede ser muy útil y dar buenos resultados solo si lo prescribe un médico y se lleva a cabo bajo la supervisión, con el asesoramiento de un especialista o entrenador. La automedicación es peligrosa para la salud. La fisioterapia se utiliza como una prevención adicional de la destrucción del tejido del cartílago, ralentizando el desarrollo de la rigidez y relajando el espasmo muscular que causa el dolor. Durante la exacerbación de la fisioterapia está contraindicado. Un especialista competente en este campo debe desarrollar un curso de ejercicios individuales especiales que tengan en cuenta no solo la etapa de la enfermedad y la condición del cartílago, sino también la edad del paciente.

Fisioterapia

Como uno de los métodos de terapia conservadora, se utiliza la fisioterapia: electroforesis, terapia con láser, acupuntura, corrientes diadinámicas, UHF. Un curso de masaje local también da resultados positivos. Las tabletas a base de dimetilsulfóxido o bischofite, la bilis médica son ampliamente utilizadas. Los métodos fisioterapéuticos actúan en diferentes direcciones: alivian el dolor, reducen la inflamación, normalizan el metabolismo dentro de la articulación y restablecen sus funciones normales. El método y la duración del curso del tratamiento fisioterapéutico están determinados por el historial del paciente y se prescriben solo después de un diagnóstico y estudio exhaustivos del estado de las articulaciones.

El paciente debe controlar estrictamente su dieta, ya que el exceso de peso ejerce una presión adicional sobre la articulación de la rodilla y acelera la progresión de la enfermedad. La actividad física excesiva es peligrosa, debe evitarse, pero al mismo tiempo la fisioterapia es simplemente necesaria. Los ortopedistas recomiendan llevar calzado cómodo con plantillas especiales, utilizando un bastón para facilitar el movimiento. Existen multitud de técnicas desarrolladas por especialistas en el campo de la reumatología y la ortopedia para el tratamiento de la artrosis de rodilla.

La fisioterapia para aliviar el dolor incluye:

  1. Radiación ultravioleta de onda media (radiación SUV). El contacto de la radiación ultravioleta con la piel de la rodilla continúa hasta que aparece un ligero enrojecimiento. En los tejidos, se forman sustancias que atenúan la sensibilidad de las fibras nerviosas, por lo que se logra un efecto analgésico. El médico prescribe la duración del curso del tratamiento en función de los síntomas, la frecuencia y la intensidad del dolor. En promedio, el curso del tratamiento es de aproximadamente 7-8 sesiones.
  2. Magnetoterapia local dirigida a la recuperación general del organismo del paciente. Este procedimiento alivia la inflamación, elimina el dolor, neutraliza los espasmos musculares. Efectivamente utilizado para la osteoartritis de la articulación de la rodilla en las primeras etapas. El curso del tratamiento generalmente se limita a 20-25 procedimientos, cada uno de los cuales dura aproximadamente media hora.
  3. Terapia con láser infrarrojo, terapia UHF de baja intensidad, terapia con ondas centimétricas (terapia CMW).
  4. Ultrasonido, darsonvalización, baños terapéuticos, terapia de interferencia, prescritos para mejorar la circulación sanguínea en la articulación.

Igualmente importante es el tratamiento sanitario-balneario. Dicho tratamiento se prescribe para la osteoartritis deformante y distrófica. Dicho tratamiento, además de los enumerados anteriormente, tiene sus propias contraindicaciones, por lo que el médico tratante estudia cuidadosamente el historial del paciente antes de recomendarle un método sanitario.

Tratamiento quirúrgico de la artrosis de la articulación de la rodilla

Este es un método radical para tratar la osteoartritis de la articulación de la rodilla, que restaura parcial o completamente el funcionamiento de la articulación. Los métodos y formas de cirugía dependen del grado de daño articular, así como del historial del paciente.

La osteoartritis tardía de la articulación de la rodilla se trata solo quirúrgicamente: la articulación de la rodilla se reemplaza total o parcialmente con una endoprótesis. El tratamiento quirúrgico permite no solo mejorar el bienestar, sino también restaurar la capacidad de trabajo del paciente en las últimas etapas de la artrosis de rodilla. Un inconveniente importante de la operación, muchos consideran un largo período de recuperación con el uso de fisioterapia, mecanoterapia y otros medios.

Existen varios tipos de cirugía de artrosis de la articulación de la rodilla:

  1. Artrodesis articular. El principio de la operación es fijar el miembro inferior en la posición más funcional para él e inmovilizarlo en el área de la articulación de la rodilla. El cartílago dañado se elimina por completo. Este es un método radical, utilizado en casos extremos. El resultado es la eliminación del dolor, pero el paciente queda discapacitado de por vida.
  2. Desbridamiento artroscópico. Este método de cirugía tiene un efecto temporal pero duradero. Se utiliza principalmente en la segunda etapa del desarrollo de la enfermedad. Durante la operación, se eliminan las partes dañadas del tejido del cartílago, eliminando así el dolor. La eficiencia después de la operación se mantiene durante dos o tres años.
  3. Endoprótesis. El tratamiento más popular para esta enfermedad. La articulación de la rodilla se elimina total o parcialmente. Y en su lugar hay una endoprótesis de cerámica, metal o plástico. Como resultado, el paciente restaura la actividad motora, elimina el dolor. La eficacia de la operación se mantuvo durante más de quince a veinte años.

Período de recuperación

El período de rehabilitación después de tal operación dura aproximadamente tres meses. El objetivo de la rehabilitación es:

  1. Recuperación de la actividad motora.
  2. Mejorar el funcionamiento de músculos y articulaciones.
  3. Proporcionar protección a la prótesis.

El drenaje se retira al segundo o tercer día después de la operación. Para eliminar el dolor, se utilizan preparaciones especiales con efecto refrescante. Se recomienda iniciar la actividad motora inmediatamente después de retirar el drenaje. Una semana después, el paciente es trasladado a un centro de rehabilitación. El fisioterapeuta comprueba el estado del paciente.

Durante algún tiempo después de la operación (alrededor de un año), el paciente todavía siente dolor, esto se debe a la implantación de la prótesis. Cuanto mayor sea el paciente, más largo será el proceso de implantación de la prótesis. Los AINE se prescriben para aliviar la inflamación y reducir el dolor. A veces, los médicos recetan medicamentos hormonales que aseguran un efecto estable.

Un elemento obligatorio es el curso de fisioterapia. Las clases deben diseñarse individualmente para cada paciente y realizarse estrictamente todos los días. La actividad física aumenta gradualmente para evitar lesiones.

Después del alta de la clínica, el paciente debe cumplir con ciertas instrucciones con respecto al estilo de vida posterior. Las actividades físicas como la danza o el yoga están permitidas seis meses después de la operación. Las cargas que puedan dañar la prótesis (carreras rápidas, saltos, deportes de fuerza) están estrictamente prohibidas. Después de la operación, no se recomienda levantar pesos mayores de veinticinco kilogramos. En la casa donde vivirá el paciente, es necesario fortalecer todos los pasamanos de las escaleras, equipar la ducha con un pasamanos, verificar cuidadosamente la funcionalidad de todas las sillas y otros muebles. Siguiendo estos sencillos consejos, la prótesis durará mucho tiempo.

A pesar del cumplimiento de las recomendaciones y prescripciones, la osteoartritis postoperatoria de la articulación de la rodilla se observa con mayor frecuencia después de tales intervenciones quirúrgicas (después de aproximadamente 2 a 3 años).

Prevención de la osteoartritis de la articulación de la rodilla.

Para evitar esta enfermedad, las personas de riesgo (deportistas, ancianos, personas con sobrepeso, empleados de empresas) deben cumplir con algunos requisitos:

  1. Nutrición adecuada y pérdida de peso. Es necesario excluir de la dieta los alimentos nocivos: grasas, fritos, alcohol, pero es mejor consultar a un nutricionista que lo ayudará individualmente a elegir la dieta adecuada.
  2. Cuando practique deportes, controle la carga en las articulaciones, si es necesario, redúzcala.
  3. Vigila tu salud y trata a tiempo las enfermedades infecciosas, evitando que se cronifiquen.
  4. Tratamiento oportuno y adecuado de las enfermedades de la columna vertebral, si las hubiere, el desarrollo de una postura correcta.
  5. Actividades deportivas (ciclismo, natación, marcha, gimnasia especial para las articulaciones).
  6. ¡Sin autotratamiento! Ante los primeros síntomas de osteoartritis de la articulación de la rodilla, comuníquese con la clínica.
  7. Evita el estrés, duerme bien.
  8. Aumente sistemáticamente su inmunidad (endurezca o al menos tome un curso de vitaminas 2-3 veces al año).
  9. Evitar la hipotermia del cuerpo, especialmente de los miembros inferiores.

Un estilo de vida saludable y un tratamiento oportuno son los mejores medios para prevenir la osteoartritis de las articulaciones de la rodilla.